Nací el 25 de Septiembre de 1986. Nací en una familia cristiana. A la edad de 5 años, sentí la necesidad de querer saber cómo yo podría ir al cielo y no al infierno. Entonces recurrí a mi padre. Él me explicó que por mis fuerzas y méritos yo no podría nunca alcanzar la salvación en Cristo Jesús. Yo había nacido con una naturaleza pecaminosa, por lo cual, necesitaba del perdón de Jesús para que Él me salvara. Era tan fácil de comprender; Cristo entregó su propia vida por mi, por mis pecados. ¡Yo ya no tendría que pagar por ellos, Él ya lo hizo por mí! Sólo debía reconocerle como mi único Salvador personal, reconocerme como un pecador e invitarle a morar en mi corazón. Fue precioso. Sólo tenía cinco años, pero recuerdo aquél día perfectamente. Recuerdo que comprendí todas las palabras que mi padre me iba diciendo. ¡Gracias a Dios fui salvo! Gracias a Dios, por mis padres, que siempre me llevaron a la Iglesia. Siempre se preocuparon por enseñarme las Escrituras y nunca dijeron: "Es un niño, ya decidirá por sí solo".
Seguí creciendo y a la edad de 13 años, sentí la necesidad de confirmar mi Salvación, esta vez con mi madre. Había algo dentro de mi que me hacía dudar. Pero ahora sé que si muriera, iría al cielo, con mi Señor.
Es la mejor decisión que tomé y habré tomado en toda mi vida: aceptar a Cristo. Si tu no todavía no la has tomado, ánimo, hazlo. No te arrepentirás.
Jonatan Coloma
